“Nuestras clases dominantes
han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan
doctrina, no tengan héroes ni mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo,
separada de los hechos anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las
lecciones se olvidan. La historia aparece así como propiedad privada, cuyos
dueños son los dueños de todas las otras cosas.” Así Rodolfo Walsh nos recuerda
cómo las clases dominantes han sido cómplices de las tragedias de la clase
trabajadora. Y también refiere a que el pueblo argentino debe comenzar una
lucha hacia todas las injusticias que sufre.
Operación Masacre, de Rodolfo Walsh, es considerada
una de las primeras novelas de
testimonio, que cuenta un relato verídico. La obra se desarrolla en base a las
investigaciones que fue realizando el periodista, para descubrir y contar la
verdad sobre los fusilamientos de José León Suárez.
Meses después de producidos los fusilamientos clandestinos en
el basural de José León Suárez, Walsh juega al ajedrez una noche fría de 1956. De
pronto escucha unos tiros y después una frase inolvidable: “Hay un fusilado que
vive”. De la conmoción que generó esa frase surgió un investigador de hechos
oprobiosos, Rodolfo Walsh, el hombre que supo de un Estado asesino cuando
todavía no sabía que él sería una de sus víctimas.
Luego de su
encuentro con Juan
Carlos Livraga, el sobreviviente de aquellos fusilamientos, Walsh comienza a escribir la verdad sobre los
hechos "Esta es la historia que escribo en caliente y de un tirón, para
que no me ganen de mano, pero que después se me va arrugando día a día en un
bolsillo porque la paseo por todo Buenos Aires y nadie me la quiere publicar y
casi ni enterarse".
Veinte
años después en 1977, Walsh escribe una Carta Abierta a la Junta militar, al cumplirse
un año del golpe de Estado de 1976, para denunciar las características del
terrorismo de estado, decisión que le costará la vida.
Rodolfo Walsh es un ejemplo de periodismo militante, que se
compromete con la resistencia y con los sobrevivientes a la opresión. Toda su
obra está atravesada por esa militancia que convoca la voz de los silenciados,
de los trabajadores que participan y se comprometen por convicción y coherencia
con sus ideales. Walsh refleja a una generación que se pone en el lugar del
otro, es parte del mismo pueblo, y con su profesión es leal al prójimo que
resiste en épocas oscuras de nuestra historia.
En la entrevista del programa “Historias Debidas” de Canal
Encuentro, se destaca la entrevista a Cesar González, un pibe que vive en la Villa Carlos Gardel,
es poeta y estudiante de filosofía, pasó por 4 institutos de menores y estuvo 5
años presos. Tiene 21 años, y en la cárcel comenzó a interesarse por la
lectura. La primera novela que leyó fue “Operación Masacre”, sin saber quién
era Rodolfo Walsh. En la entrevista César refiere: “Leer ese libro fue como
luz”. Y luego destacó que en la cárcel, él cambió su punto de vista de la
realidad y agregó que uno de sus pensamientos en la cárcel era: “voy a
transformar este dolor en algo productivo”. Es decir en ambos casos, tanto
Walsh como César González le dieron un cambio radical a su vida.
Con sus escrituras Walsh quería despertar al pueblo
argentino, para informarlo, que reaccionara y luchara para transformar esa
realidad que vivían.
En esos años oscuros la praxis de un sacerdote tercer
mundista nos privilegia como pueblo, como por ejemplo cuando refiere: El
monseñor Enrique Angelelli: “Pueblo es el que no oprime y lucha contra la
opresión. Es el que asume a los pobres, pero no para mantener, sino para
trabajar y luchar por modificar las estructuras que generan permanentemente
pobres”.
Por último, cabe
destacar el reconocimiento de colegas en el mundo, por ejemplo José Emilio Pacheco un poeta, novelista y
cuentista mexicano, que refirió "Las narraciones de Walsh derivan de eficacia política de su maestría literaria. Walsh puso su
experiencia cultural y todo su talento individual en el servicio al pueblo argentino. Hizo que los actos de su vida
coincidieran con la palabra de su prosa.” Claramente sus convicciones coinciden
con sus actos y nunca las dejó de lado.
Leer Operación masacre significó algo muy importante para mí.
Porque Rodolfo Walsh cuenta la historia desde el lado de las víctimas. Como
dice la canción “si la historia la escriben los que ganan, quiere decir que hay
otra historia”, tanto el pueblo de esos años como las generaciones futuras, podemos
descubrir la verdad de los hechos ocurridos en la masacre de José León Suárez a
medida que avanzamos con la lectura del libro.
El libro tiene partes muy fuertes pero son necesarias de leer porque el
pueblo argentino debe tener memoria de la masacre, y de la persecución y
desaparición que sufrieron sus compatriotas. Me resulta interesante cómo va
descubriendo la verdad capítulo a capítulo, y cómo se encargó de investigar cada
hecho con sus propios medios, aun sabiendo que eso podía costarle la vida.
Personalmente me dio más fuerza para luchar por lo que quiero. Y me
confirmó que mis actos deben coincidir con mis convicciones, y que nunca debo
dejarlas de lado, y nunca lo haré.
Julieta Giordano
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