La señorita Leonides decía: “Cecilia,
hijita”, y ya no tenía la sensación de estar usando un lenguaje postizo.
Cecilia exclamaba: “Mamá, mamá”, y la señorita Leonides ya no advertía, debajo
de ese llamado, el hueco que antes lo dejaba bailando en el aire como una hoja
seca. Porque el espíritu también funda, como la carne, más que la carne, sus
propias filiaciones.
Con esta cita de la obra de Marcos Denevi presento el tema
que quiero abordar, un recurso utilizado en las novelas de este tipo, las góticas.
La doble personalidad de los personajes.
Primero presento a Cecilia, una chica que a través de un
trauma que tiene pierde la memoria y se inventa una personalidad de nena,
posiblemente sea por esa dignidad perdida cuando es violada por gente que entra
a su casa. Ella adopta como madre a Leonides, una mujer totalmente ajena a ella
que la conoce en un tranvía, la señorita Leonides es mi plato fuerte para
explicar esta patología psicológica. El crearse una personalidad diferente para
adoptar el rol de una actitud imaginaria y no poder reconocer la realidad.
Leonides es una mujer mayor, con posibles actitudes mal vistas, sostenía la
rutina de ir a la casa de los vecinos y dejarle plantas o actos de “santería”
para conseguir molestarlos si no le caían bien dichos vecinos. Cuando conoce a
Cecilia ella era una completa desconocida, la chica shockeada la invita a la
casa y le muestra fotos, fotos donde Leonides se encontró parecida a la persona
que mostraba la imagen.
Con el paso de los meses llegan a conocerse y da por hecho
que ella es madre de Cecilia, (digo esto, porque la persona ilustrada en las
fotos que Cecilia mostraba, eran de su madre, quien había muerto). Cuando la Cecilia recupera la
memoria, le cuenta lo sucedido, lo que la llevó a entrar en ese estado de
shock, instantes después muere. Leonides decide tomar venganza, y mata a la
cabecilla y/o entregadora de la joven, la prima Belena. Esa venganza ajena
totalmente a ella muestra el nivel de integración que se hizo con el personaje
de la madre en sí, no pudo separar esa “realidad” con la realidad.
Con el transcurso de la lectura, le pude encontrar una
semejanza con el personaje de la saga de películas “El Señor de los Anillos”,
Frodo, este personaje empieza con una tarea clara en sus objetivos, pero
termina dejándose llevar por la ambición del poder del anillo que porta, esa ambición
le crea otra personalidad en varios momentos que lo deriva a querer alcanzar
otros objetivos.
En una búsqueda de bibliografía para poder apoyar mi
argumento, también encuentro que el personaje de Dorian Gray, en “El retrato de
Dorian Gray”, Basil retrata a Dorian, quien era un joven bello, con fortuna y
engreído. A partir de este momento la obra comienza a cambiar dejando ver la
maldad y cicatrices de las malas obras que cometía Gray, sin que este sufriera
ningún tipo de cambio, ni siquiera el envejecimiento natural.
Estos trastornos son causados por diversos temas, para
referirnos a Leonides puedo decir que se habrá tratado de algún método de
defensa ya que era una señora solitaria, de edad mayor y que nunca habrá podido
cumplir su deseo de tener un hijo, y por ahí haciendo eso satisfacía dicha
necesidad. Los mayores son personas frágiles si no se las sabe atender y
acompañar. Por eso sugiero no abandonarlas y apoyarlas, y saber aprender de su
experiencia, lo que en la obra se muestra como una ficción, yo lo comprendo
como una muestra del abandono hacia los mayores y como logran satisfacer dicho
abandono.
Julián Dovis
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