El dilema de todo adolescente actual:
¿qué carrera hay que seguir?, ¿cómo elegir ?, ¿costará mucho tiempo?, ¿tendrá
materias muy difíciles? Entre otros cuestionamientos.
“La elaboración de un proyecto futuro, la
elección de un estudio o trabajo, moviliza y actualiza, entonces, todos estos
entretejidos, en un continuo. No como una decisión aislada que surge en un
determinado momento, ‘porque se termina la escuela y así debe ser’. Se trata de
un proceso en desarrollo, en el que, cada etapa adquiere su particular
significado en relación al que le precede o sucede” (Claudia Cavalotti).
La elección de la carrera es importante
en la vida, elegir qué rol vamos a desempeñar en la sociedad en el futuro es un
tema que hay que pensar y analizar con cuidado, es un proceso. No tenemos que
tomar decisiones a la ligera, al contrario, hay que tener bien en cuenta
distintos factores que se relacionan a la
elección de la carrera.
Unos de los puntos a considerar en el
momento de elegir una carrera es el conocerse a uno mismo, qué habilidades y
aptitudes poseemos , en qué áreas nos podemos destacar más, qué nos gusta y qué
no, en qué ambiente nos gustaría trabajar, qué esperamos como resultado de esta
carrera.
Otro punto importante es buscar
información, siempre tenemos que estar informados, siempre es bueno tener en
cuenta la salida laboral que ofrece la carrera, habilidades necesarias, costos,
tiempo, etc.
Luego de tener la información debemos
sentarnos y analizar, comparar lo que obtuvimos como resultado de la
información con nuestras propias expectativas, posibilidades y necesidades. Es
decir, una vez que tenemos lo necesario tenemos que tratar de aclarar por lo
menos algunas dudas, preguntándonos, ¿coincide la información de la carrera con
nuestros objetivos futuros?, ¿va a ser posible llevarla a cabo?, ¿estoy dispuesto
a recorrer todo el camino?
Si bien es bueno obtener algún punto de
vista de alguien que sepa sobre el tema, no es necesario que decidamos en base
a eso, no nos quedemos con una sola opinión, es necesario y esencial tener
muchas fuentes de información, pensar y procesar todo teniendo en cuenta los
puntos anteriores. Es cierto que en la elección de carrera hay presiones:
familiares, sociales, económicas. Pero el que toma la decisión final tiene que
ser uno mismo.
“Elegir carrera implica reflexión y
tratar de pensar, no sólo sentir las crisis y la angustia propias del cambio de
etapa; para esto uno necesita un cierto tiempo y tranquilidad. No hay test que
pueda dar una respuesta rápida, no hay consejo que sirva como palabra mágica y
además nadie se ha muerto por tener que elegir una carrera, aunque esto sea
importante y se enmarque en un proyecto de vida a mediano plazo: No sirve el
dramatismo.” (Fernando Gasalla).
Muchos nos preocupamos demasiado,
dramatizamos la situación, no es un error mortal el elegir una carrera y que,
cuando la estamos cursando nos demos cuenta de que no es lo que esperábamos. Se
puede cambiar, y volver a elegir, nos tomará un poco más de tiempo, pero es
preferible esto a que estar siguiendo algo que sabemos que no nos gusta y no
nos hace sentir cómodos. Ensayo y error, es así.
Hay tiempo para elegir qué estudiar, como
ya habíamos dicho es necesario analizar, no solo la cuestión personal, sino
también la social, ambas en conjunto. Por lo tanto no hay que precipitarse y
tomar decisiones a la ligera. Esto no quiere decir que mientras no tengamos el
título no vamos a poder desempeñarnos en el mercado laboral, podemos hacer
ambas cosas, quizás se complique y tome aun más tiempo, pero todo lleva su
tiempo en la vida.
Giselle
Almirón
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