miércoles, 2 de mayo de 2012

Futuro


Cuando llega el momento en el que uno tiene que tomar la decisión sobre lo que va a estudiar luego de la secundaria, llegan, al mismo tiempo, las inseguridades, las dudas, los miedos. En esos momentos uno tiene en cuenta varias opiniones, de amigo, de familias.
Algunas veces las mismas familias son las que incitan o imponen seguir una carrera, ya sea porque esa profesión pasa de generación en generación, o bien porque les gustaría haber ejercido en ella y no tuvieron oportunidad. En este caso uno se tendría que plantear si realmente está de acuerdo en seguir esa carrera o si estará feliz ejerciéndola. En la (…)“búsqueda de la vocación resulta esencial – como dice Viviana Pasquale – el AUTOCONOCIMIENTO, esto es: ¿qué me gusta hacer?, ¿qué no me gusta?, ¿dónde me gustaría trabajar?, ¿y dónde no?, ¿cuáles son mis habilidades, intereses, fortalezas, así como mis debilidades o aspectos negativos? Y básicamente, ¿cuál es mi proyecto de vida?”(…)
Es muy importante para tomar cualquier tipo de decisión estar informado. Si uno no averigua, no investiga, no conoce, es entonces cuando el miedo aparece. (…) “El padre del miedo es el conocimiento”(…) [Fernando Gasalla].
Muchas veces, en una familia, así como en la misma sociedad, algunas vocaciones están “mal vistas” o con menos prestigio que otras, como por ejemplo las artes. Sin embargo, como aclara Roberto Aras (…)“ hoy el éxito o el fracaso están más ligados a la preparación personal, la voluntad de trabajo y la creatividad en circunstancias cambiantes que al molde que les impone la sociedad”(…). Lo más importante es hacer, estudiar y practicar lo que a uno en realidad le apasiona y le gusta. Es imprescindible estar feliz con su vocación.

 ”La fidelidad a uno mismo en la vocación es el mejor comienzo para triunfar” (Roberto Aras).
  
                                                          Camila Berestovoy
                                                                     

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