martes, 16 de octubre de 2007

Entrevista con Lucía del Valle Vera


"Fue una búsqueda, me interesaba mucho el arte en general"

Lucia del Valle Vera es una señora de 52 años. Da clases de pintura, dibujo y cerámica y hace piezas de decoración, cerámicas y también utilitarias: tazas y cazuelas. Vive en Villa Pueyrredón, le gusta mucho su trabajo y no se arrepiente de haberlo elegido.
-¿Hace cuánto trabajás en esto?
Hace aproximadamente veintitrés años.
-¿Tenés otro trabajo además de este?
Doy clases de pintura, dibujo y cerámica.
-¿Trabajás en tu casa o en un lugar particular?

Trabajo en mi casa en forma independiente.
-¿Cómo definirías tu trabajo?
El trabajo es placentero. Uno hace lo que quiere, lo que le gusta, no le rinde cuentas a nadie, no está obligada a cumplir horarios, es su propio patrón: produzco yo, le pongo el precio, controlo las ganancias y pérdidas, estoy en comunicación con la gente, viajo si no tengo otros compromisos, no espero que nadie me dé vacaciones...
-¿Es un trabajo o un pasatiempo?
Es un trabajo y un pasatiempo. Al principio sí buscaba otro trabajo; ahora no aceptaría cualquier trabajo salvo que no me rinda como me rinde el trabajo de artesana (como un sueldo). No lo cambiaría por ser cajera de un supermercado o atender un negocio, por ejemplo.
-¿Cómo empezaste a trabajar de esto?
Comencé primero con la pintura y el dibujo y luego incorporé la cerámica, pues es más fácil de comercializar que la pintura.
-¿Algún familiar tuyo es artesano?
No
-¿Tenés tiempo libre para realizar otras actividades?
Sí y me da mucho gusto ser artesana porque es lo que me permite crear, y eso me divierte mucho.
-¿Sufrís algún desgaste físico cuando hacés artesanías?
Me cansa la espalda por la posición y también la vista.
-¿Qué motivos te llevaron a ser artesana?
Fue una búsqueda, me interesaba mucho el arte en general, la pintura fue la puerta, luego comencé a enterarme de todas la posibilidades que tiene la plástica. De ahí en más fue investigar y trabajar. Luego me conecté con la cerámica y encontré la posibilidad de vender mi trabajo.
-¿Cómo definirías a los artesanos? ¿y tu relación con ellos?
Los artesanos somos gente creativa, encontramos la forma de expresarnos así. Es un trabajo, uno se gana la vida de lo que más le gusta.Antes que ser artesanos, somos personas; con unos se lleva mejor, con otros peor, por las actitudes que tenemos. Además ser artesano es buscar un modo de vida independiente, desarrollando una actividad creativa, que permite en muchos casos vivir.
-¿Creés que está bien que haya artesanos que se aposten en la plaza o creés que afea el paisaje de la plaza?
Por un lado sí, está bien, ellos se ganan el pan de cada día y trabajan para vivir. Pero, por otro lado, no. Lo que me molesta es lo que se arma alrededor: gente drogándose, metiendo cosas en las macetas, alcoholizándose. Ellos merecen tener un lugar para su feria pero la plaza no está preparada para eso, afea el paisaje. Sin embargo, las ferias que están en las plazas, son un atractivo para el público y además permiten desarrollar una cantidad de objetos originales.
-Describime resumidamente cómo es un día de tu vida de artesana.
Mi trabajo lo realizo generalmente durante la tarde y consiste en distintas etapas. A veces es preparar la materia prima con la que trabajo, también la decoración y luego hacer los contactos para las ventas.
-¿Cuánto demorás aproximadamente en la produción?
Es muy difícil calcular el tiempo de realización de una pieza, pues tiene mucha influencia el clima, si está húmedo los procesos se alargan.
- ¿Vendés mucho por día? ¿Dónde vendés?
Las ventas no las realizo directamente al público, sino a través de casas de decoración.
-¿Creés que hay prejuicios hacia los artesanos?
Me parece que los prejuicios lo tienen los comercios que ven en ellos una competencia de ventas, la gente en general disfruta de pasear y ver objetos a veces originales.

Marcelo Ríos

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